El estado de alarma decretado por el Gobierno a raíz del Coronavirus está dejando ver sus primeras consecuencias. Tras la primera semana de confinamiento, ya se han hecho públicos las primeras cifras de caídas de ventas de coches nuevos: un 90%.
El cierre de todos los concesionarios ha provocado, además, que la mayoría de ellos se acojan a los ERTEs por causa de fuerza mayor planteados por el Gobierno. Esta situación afectará a más de 150.000 trabajadores a nivel nacional, según estimaciones de la patronal, Faconauto. Mientras que alrededor de 10.000 puestos continúan operativos para atender servicios de urgencia.
“Si por algo se caracteriza nuestro sector es por ser empleadores intensivos y de calidad. En este momento, el mantenimiento de los puestos de trabajo en los concesionarios es prioritario, porque entendemos que es la base para salir lo más rápidamente de esta crisis y dar continuidad a nuestras empresas” ha dicho el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
Estos ERTEs ya han sido presentado y desde la organización esperan celeridad en su aprobación con el fin de permitir conservar el empleo para todos los trabajadores.
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