Durante el invierno, las condiciones climatológicas adversas, la lluvia intensa, el hielo, la niebla y la nieve, son las protagonistas. Los vehículos deben estar preparados por lo que es fundamental realizar un buen mantenimiento en invierno, para evitar posibles averías y dotarlo de todo lo necesario. Como por ejemplo, contando con neumáticos de invierno o cadenas para la nieve.
Según la RACE, el 67% de los conductores no sabe colocar las cadenas para la nieve. Sin embargo, es un proceso sencillo que todo el mundo debería conocer. Ya que no hacerlo, puede conllevar una sanción de 200 y además, es muy peligroso.
Lo primero de todo es saber cuándo es necesario su uso. En ciertos países, los neumáticos de invierno son obligatorios durante las épocas más frías del año. Pero en España no. Por lo que se debe valorar si merecen la pena o no, según cada caso. Sin embargo, cuando la carretera está cubierta de nieve, el uso de cadenas o neumáticos de invierno es obligatorio sin excepción.
Las cadenas se colocan en las ruedas motrices, que son las encargadas de mover el coche y recibir toda la fuerza. Por lo que en los coches de tracción trasera, las cadenas de nieve se colocan en las del eje trasero. Y en las de tracción delantera, que son la mayoría de los coches, en las de delante. Por otro lado, los 4×4 tienen sus propias peculiaridades, por lo que será necesario consultar su manual.
Existen varios tipos de cadenas, aunque la funcionalidad es la misma para todas.
Son las tradiciones y su instalación es la más costosa pero aún así es sencilla. El primer paso es estirarlas sobre el suelo para comprobar que no están enredadas. Después hay que pasar el cable de acero por la parte trasera de la rueda y engancharlo, para luego colocar la cadena alrededor de la banda de rodadura del neumático. Ahora hay que desplazar unos centímetros el coche para poder terminar de cubrir la rueda. Por último hay que enlazar los enganches.
Su colocación es bastante intuitiva. Simplemente hay que colocar la funda sobre el neumático, empezando por arriba.
Es una combinación de las dos anteriores y bastará con estirar las cadenas en el suelo para comprobar que no se han quedado enganchadas, colocar el cable por la parte trasera de la rueda, quedando cubierta la llanta con la tela. Después hay que extender la cadena por el neumático y, por último, hay que mover un poco el coche para que se termine de colocar.
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