Así son las réplicas infantiles de coches de lujo
El mundo de los coches cuenta con réplicas infantiles de modelos de alta gama. No se trata de vehículos que funcionen a pedales o más parecidos a un juguete que a un coche que pueda funcionar. En este caso, son vehículos a los que se les puede llamar réplica porque incluso cuentan con su motor propio.
Réplicas infantiles de Ferrari y Bugatti
Existen muchas réplicas infantiles de diferentes tipos de coches. No obstante, hay pocas que sean tan auténticas como los vehículos a los que imitan. Estas creaciones son aún más llamativas cuando se hacen de marcas muy conocidas o de lujo. Ferrari y Bugatti son un ejemplo de ello. La marca Ferrari ha subastado la versión infantil del F40. Una de las cuestiones más llamativas de este ejemplo es que hasta las llantas están diseñadas de manera exacta a las originales. Además, tiene un motor que es capaz de alcanzar los 56km/h.
Bugatti también se ha sumado a esta práctica, pero de una forma diferente. La empresa automovilística ha realizado un campeonato, el Bugatti Baby II Championship. Es una carrera pensada para participar en familia, de manera que los niños compiten acompañados de un adulto. Aún así, los coches que utilizan están fabricados a escala infantil. Para ello, han replicado el Bugatti T35. Este proyecto se ha desarrollado gracias a la firma The Little Company. Con el campeonato los más pequeños han podido sentirse pilotos de carreras reales. Esto se debe, en gran medida, a que no son coches a pedales, sino que el único detalle que deja claro que no son vehículos de verdad es su diminuto tamaño.
Otra de las empresas que participan en estas réplicas es Young Driver Motor Cars. Su proyecto es el Firefly Sport. Dispone de un motor de 24 CV y puede llegar a los 40km/h, aunque según la edad del niño se podría limitar a los 11km/h.