Los problemas del calor para los coches eléctricos

Sin duda el calor es un factor que, en exceso, no trae ningún beneficio, tampoco para los coches eléctricos. A todos los coches las altas temperaturas les supone un perjuicio para el motor. Pero, en el caso de los eléctricos, la batería es el elemento que más sufre los efectos.

El calor no solo afecta a las personas, a los coches eléctricos también y la batería puede ser uno de los elementos que más sufran.

Cómo afecta el calor a los coches eléctricos

El calor y los coches eléctricos no se llevan nada bien. Es muy habitual que cuando los coches alcanzan una temperatura superior a los 30 grados, el motor empieza a tener problemas. Si además el calor aumenta, las consecuencias serán peores. La principal razón para que esto suceda es que el juego entre motor y el aire que recibe no funciona bien. Es decir, recibe poco oxígeno, de manera que tiene que hacer un esfuerzo mayor para trabajar.

No sólo puede ocurrir que el motor deje de funcionar o se estropee y requiera llevarlo al taller. Aunque ya es motivo suficiente para no desear que el vehículo alcance altas temperaturas, hay otro factor a tener en cuenta. Un motor sobrecalentado supone también un mayor gasto de combustible. El coche necesitará usar más cantidad para que el motor actúe. Incluso, la autonomía se reduce de forma considerable. Pero, una de las soluciones para que esto no ocurra es aprovechar el momento de carga para que el vehículo llegue a una temperatura óptima.

Una situación así que perjudicaría tanto a las baterías, es un asunto que aún se tiene que tratar para que los coches eléctricos sean mejores. No obstante, este tipo de coches también están preparados para circunstancias como tales. De hecho, disponen de un sistema de refrigeración tanto para el motor como para la batería. Con esto, los daños no desaparecen del todo, pero sí consiguen minimizarse más que en otro tipo de coche.

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