6 consejos para proteger tu coche del frío
Como todos sabemos, el frío puede afectar a nuestro coche y a sus componentes. A pesar de ya hemos hablado sobre algunos trucos para hacer frente a conducir con niebla, con lluvia, nieve u otras situaciones meteorológicas de invierno, hoy hacemos una pequeña recapitulación. A continuación te contamos los 6 consejos más efectivos para proteger tu coche del frío.
Consejos para proteger tu coche del frío
En primer lugar, es necesario prestar atención a los diferentes elementos de tu vehículo para no llevarte sorpresas en forma de avería. Analicemos las siguientes recomendaciones para evitar cometer errores.
- Protege tu coche de la intemperie
Si dejas el coche en la calle sin protección contra el frío, el viento o la lluvia, tendrás altas probabilidades de que presente problemas para arrancar al día siguiente. El tiempo que el motor requerirá para alcanzar una temperatura óptima será mayor. Por lo tanto, si no dispones de garaje para resguardar tu coche, localiza un sitio donde se exponga lo menos posible a la intemperie.
- Controla la batería
La batería del coche es otra de las piezas que más sufren en épocas frías. El esfuerzo para arrancar el coche con el frío afecta disminuyendo la capacidad de la batería. Asimismo, será más probable que tu batería se agote si ya tiene algunos años. Existen varios trucos para favorecer un mejor arranque del motor en momentos especialmente fríos, entre ellos pasar un paño caliente y seco por la batería del coche.
- Vigila el aceite del motor
Cuando las temperaturas son bajas, el aceite podría perder parte de su viscosidad, lo que obliga a que el motor realice un mayor esfuerzo para arrancar. En este caso, los aceites menos viscosos o multigrado son una buena opción porque favorecen la puesta en marcha. No olvides utilizar siempre el aceite aconsejado por el fabricante.
- Revisa el líquido refrigerante
Esta sustancia es importante para mantener el motor a una temperatura perfecta. Del mismo modo, incluye anticongelante, lo que ayuda a que las piezas no se oxiden o deterioren. Es cierto que con el paso del tiempo el líquido pierde propiedades y aunque lo habitual es cambiarlo cada 60.000 kilómetros, deberás hacerlo antes si notas un color traslúcido.
- Calienta el motor al ralentí
Todos los fluidos (aceite, líquido de frenos, etc.) que posee el coche sufren con el frío. Para que estos líquidos alcancen un mínimo de temperatura, se recomienda esperar unos minutos a la hora de arrancar el coche. De no ser así, podrían originarse graves daños en las zonas móviles del propulsor.
- Levantar el limpiaparabrisas
Si no puedes proteger tu coche en garajes y vives en zonas donde las heladas son frecuentes, levanta el limpiaparabrisas para evitar que las gomas de las escobillas se peguen. También recuerda controlar que el líquido del limpiaparabrisas se encuentre en estado líquido.