El sustituto del coche eléctrico que lo cambiará todo
Con la obsesión por la contaminación provocada por la Unión Europea y los usuarios, la búsqueda de nuevas fuentes de energía toma cada día más importancia. El encontrar un sustituto de las actuales se esta convirtiendo en el mayor desafío del mundo automotriz. El motor de hidrógeno aspira a ser una opción relevante. Incluso puede ser el sustituto perfecto del coche y motor eléctrico. De hecho, representa una gran innovación en la tecnología de propulsión de automóviles.
¿Por qué el motor de hidrógeno es un sustituto del eléctrico?
Los motores de inyección directa han existido durante mucho tiempo. Estos han sido utilizados en aviones militares de la Segunda Guerra Mundial. Ciertamente, a día de hoy, seguimos usándolos. Este enfoque de suministro de combustible consiste en la inyección directa del carburante en la cámara de combustión. Este proceso ejerce un impacto en la mejora de la eficiencia global de la combustión. También contribuye a una mayor economía de combustible. Como resultado se produce una reducción notable de las emisiones nocivas. La incorporación de un turbocompresor optimiza el rendimiento del motor. Esto hace que mantenga su eficiencia térmica óptima en distintas condiciones de funcionamiento.
Lo que distingue a este novedoso motor del resto es su habilidad para superar la pérdida de eficiencia. Esta ocurre cuando el hidrógeno se encuentra en estado gaseoso. La inyección directa del hidrógeno a alta presión en la cámara de combustión resuelve este desafío.
En términos de su impacto ambiental, reduce el 99% en las emisiones de dióxido de carbono. También disminuye en un 90% las partículas en comparación con los motores convencionales. Además, las emisiones de óxido de nitrógeno se mantienen por debajo de 15 partes por millón. Todo esto sin necesidad de sistemas posteriores de tratamiento de gases. El Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales destaca la tecnología de este tipo de motor. Lo ven como una solución inmediata y asequible para reemplazar los combustibles fósiles.
