¿Qué luces del coche debemos usar en cada momento?
Aunque no queramos, el verano se va acabando y cada vez hay menos horas de luz lo que hace que disminuya la visibilidad al volante. Por lo que es muy importante saber qué luces del coche debemos usar en cada momento. Y no solo por motivos de seguridad tanto para ti como conductor como para los demás , si no porque si no utilizas la luz correcta pueden multarte.
Las luces no solo nos despejan el camino, también avisan a los demás de qué lugar ocupamos en él. Como ya hemos dicho para cada circunstancia corresponde un tipo de alumbrado. El conductor debe saber cómo interpretar las circunstancias, adecuar la velocidad y escoger el alumbrado en función de cada momento.
En cualquier caso, un alumbrado adecuado y en perfectas condiciones es imprescindible, ya que las luces del coche son decisivas en emergencias como inmovilizaciones en vías mal iluminadas o también si circulamos por carreteras reviradas o dentro de un túnel.
Como introducción podemos decir que existen seis tipos de luces que sirven tanto para ver como para ser visto. Vamos a explicar cuándo se utilizan cada una de ellas:
Entre las luces para ver tenemos la luz corta. Se usan de noche, siempre, en todas las vías y de día, en todas las vías con niebla, lluvia, nevada o nubes de polvo o humo.También debemos llevarlas en todo momento en túneles, carriles reversibles, adicionales y habilitados para circular en sentido contrario.
No es obligatorio, pero sí aconsejable, circular con las luces de cruce encendidas durante el día ya que los vehículos se distinguen mejor.
Luces del coche que debemos llevar en cada momento
Por otro lado, la luz de carretera (larga). Se emplean solamente noche, en carreteras insuficientemente iluminadas. Debe cambiarse a la luz de cruce si deslumbra a peatones y a otros conductores de frente o por los retrovisores. No debe utilizarse en poblado. En autovías y autopistas también hay que cambiarlas por las cortas siempre que venga otro vehículo de frente.
La luz diurna, podemos decir que en los modelos más modernos van siempre encendidas cuando el coche está en marcha y su función es aumentar la visibilidad del propio vehículo para los demás conductores.
En algunas ocasiones la iluminación principal (cruce y carretera) es insuficiente y es necesario ‘añadir’ otras luces. Las antiniebla son refuerzos luminosos cuando la visibilidad disminuye a causa de la lluvia intensa, nevada o niebla espesa o nubes densas de humo o polvo.
Se trata de una luz potente, baja y ancha, útil para seguir las líneas del borde de la calzada. Puede utilizarse aislada o junto con las de corto y largo alcance. No se debe encender en cuanto llueve un poco porque puede molestar. No es obligatoria y no la equipan todos los vehículos.
Pasando a las luces para ser vistos tenemos la marcha atrás. Son una o dos luces blancas que se enciende automáticamente al engranar la marcha. Su función es advertir a los conductores y los peatones de que el coche circula hacia atrás.
Por otra parte, las de posición son luces acompañan siempre a las luces cortas, largas y antiniebla e indican la posición y anchura del vehículo. Si inmoviliza su vehículo en la calzada o en el arcén de una carretera, debe encender las luces de posición para hacerlo visible.
Y por último, las antiniebla traseras. Son una o dos luces rojas, más intensas que las de posición, situadas detrás para evitar alcances. Su uso es obligatorio para todos los vehículos, para señalizar su situación cuando hay niebla espesa, lluvia o nevada intensa, o nubes de humo o polvo densas.